viernes, 27 de enero de 2012

PLANIFICACIÓN DIDÁCTICA Y DISEÑO CURRICULAR

PLANIFICACIÓN  DE LA UNIDAD DIDÁCTICA
Para realizar una adecuada y eficaz planificación de la Didáctica es necesario pensar qué quiero hacer, cómo, dónde, por qué y quiénes serán los destinatarios de mi acción.

Objetivos
Para planificar los objetivos que quiero cumplir es necesario tomar conciencia de la necesidad de organizar previamente la tarea en el espacio del que dispongo.
Por otro lado, tengo que analizar y evaluar las prácticas más comunes en relación a la preparación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
También tengo que conocer formas alternativas de planificación y reconocer que el proyecto institucional y curricular son los marcos en los que se inscribe la planificación didáctica.

Presentación
Seguramente a la hora de afrontar una situación concreta de enseñanza, nacen ideas, deseos, expectativas de lo que pretendemos enseñar y lograr con los destinatarios.
Para plasmar nuestras ideas necesitamos algún tipo de plan o programa que nos va a orientar y ordenar nuestra tarea. Es precisamente este el sentido de la planificación, orientar, organizar e integrar lo que ocurrirá en el aula y posicionarnos mejor frente a la enseñanza.

Concepto
La planificación didáctica es el instrumento por medio del cual el docente organiza y sistematiza su práctica educativa, articulando contenidos, actividades, opciones metodológicas, estrategias, recursos, espacios y tiempos. Esta organización se programa para un período equivalente al año académico, y requiere especificaciones para cada momento o etapa de su desarrollo.
A pesar de que en la Pedagogía se reconoce la importancia de planificar, lo cierto es que en los hechos esta tarea se vive como una exigencia o sobrecarga y no como un referente valioso de nuestro trabajo en la clase.
Es probable que esta vivencia guarde relación con la concepción y valor que se le da a la planificación desde las instituciones educativas y organismos de gestión, priorizándose en muchos casos los aspectos formales por sobre el contenido de lo planificado.
Resulta entonces, una formalidad, un hecho más de la burocracia escolar, un documento a archivar. Haremos el esfuerzo de reivindicar su lugar  como aporte significativo para nuestra tarea.

Marcos y niveles de contextualización de la planificación: lo curricular y lo institucional. El grupo de alumnos
La planificación se inscribe en una institución, concreta y particular, y en un contexto social y político determinado. En otras palabras, la planificación didáctica no es un hecho aislado sino que “se debe considerar el lugar que ocupa en relación con los diferentes niveles de especificación de las decisiones educativas”.
Desde un nivel macroinstitucional, el Diseño Curricular constituye el nivel de especificación más general y marco principal de las prácticas educativas de una provincia o jurisdicción.
Desde lo institucional, implica considerar cuestiones que hacen a la cultura y  dinámica de la escuela. Sus normativas y prescripciones. En cuanto a esto último, tiene un peso relevante el proyecto educativo institucional y el proyecto curricular que deberían funcionar como referentes de las prácticas pedagógicas que se desarrollan en la institución.

El grupo de destinatarios
La planificación se piensa para un grupo de destinatarios determinado, implica por lo tanto, efectuar adecuaciones y adaptaciones, para lo cual, necesitamos poseer algún tipo de información del grupo con el que vamos a trabajar, como por ejemplo: el tamaño del grupo, el contexto cultural y social del que provienen los destinatarios o los conocimientos previos ligados a lo que se va a enseñar.
Esta información se irá precisando y singularizando cuando efectivamente establecemos contacto con los destinatarios. No obstante, es posible anticipar algunos rasgos globales y comunes propios de su edad y particularidades de su contexto social.
Entonces, lo curricular, lo institucional y lo grupal nos proveen  los marcos de nuestra actuación, contextualizan la tarea, imponen límites pero también señalan posibilidades.
En otras palabras, su consideración facilita la planificación de propuestas viables.
Es importante que en el momento de planificar consultemos y tengamos en cuenta los Contenidos Básicos Comunes que corresponden al nivel y áreas/disciplinas en la/s que me trabajaré. En este documento se presenta:
*Una propuesta de organización de los contenidos-bloques, una síntesis explicativa de los diferentes bloques que integran los CBC, expectativas de logros de cada bloque, una propuesta de alcances de los contenidos (conceptuales, actitudinales y procedimentales).
*El Diseño Curricular de la jurisdicción en donde trabajo, en el que figuran: una fundamentación o síntesis explicativa, una propuesta de contenidos, expectativas de logros lo que propone la escuela en su Proyecto Educativo Institucional, en el que se destaca la Programación curricular o Proyecto Curricular Institucional que puede integrar:
* objetivos/expectativas de logros para cada etapa/ciclo y de cada  área/disciplina
* una secuenciación y organización de los contenidos de cada área/disciplina
* criterios de intervención didáctica
* criterios de organización espacio-temporal
* criterios para la selección de materiales curriculares y otros recursos didácticos
* proceso general de evaluación, criterios de promoción y forma en que se comunica la información.

La planificación como sistema: sus componentes
Retomando  lo presentado en el primer apartado, decimos que la planificación significa reflexionar y diseñar qué enseñar, para qué, por qué, cómo, a través de qué, etc. Es decir, explicitar contenidos, objetivos, estrategias de enseñanza, actividades de aprendizaje, recursos, formas de evaluación. Cada uno de estos componentes adquiere sentido por su vinculación y relación con los otros de manera que un objetivo conduce a un contenido, una actividad o recurso requiere determinada estrategia del docente y es posible para desarrollar tal contenido, etc.
Entonces, la planificación es un sistema integrado, un todo organizado cuyas partes o elementos se interrelacionan y guardan coherencia. Estas partes, elementos o componentes  son:
* Los objetivos
* Los contenidos
* Las actividades
* Los recursos
* La evaluación
Presentamos algunas preguntas que seguramente nos hacemos o podemos incorporar a la hora de planificar y que se vinculan con los componentes mencionados:
- Qué voy a enseñar para este grupo, por qué y para qué
- Cómo se vincula con los contenidos de años anteriores
- Cómo puedo establecer puentes entre lo visto y lo nuevo a enseñar
- Cuáles son los conocimientos básicos y prerrequisitos para la mejor comprensión del tema
- Cómo organizar los contenidos de manera que expresen relaciones significativas
- Cómo identificar los saberes previos de los destinatarios sobre el contenido
- Qué actividades proponer acordes con el tema, el grupo de alumnos, el tiempo,  los recursos, etc.
- Cómo organizarlas y secuenciarlas
- Qué rol voy a jugar en cada una de las situaciones
- Cómo organizar la clase en función de los espacios y tipos de agrupamientos de los alumnos
- Con qué recursos cuento, cuáles necesito y cuáles voy a usar o voy a tener que elaborar?
- Cómo voy a presentar el tema
- Qué modalidad de trabajo seleccionar: taller, clase magistral, etc.
- Cómo despertar el interés en los destinatarios
- Cómo voy a evaluar y certificar los aprendizajes

A modo de cierre
Sea cual sea el modelo o la manera que elijamos de encarar nuestra planificación, sería adecuado tener presentes los siguientes aspectos, fundamentales a la hora de planificar:
- los marcos curriculares e institucionales
- las necesidades e intereses de los destinatarios
- la integración de los contenidos para evitar la atomización de los saberes
- la promoción de aprendizajes significativos y su aplicación a diferentes situaciones
Entonces, la planificación puede ser una buena oportunidad para repensar lo que hacemos y mejorarlo y por consiguiente posibilitar mejores aprendizajes a los colectivos que elijamos.

Por lo tanto, entendemos como planificación lo siguiente:
Consideramos a la planificación tanto como proceso o actividad mental como el producto de dicho proceso.
Como proceso, implica  partir de nuestros pensamientos para generar una serie de rutinas, guiones y planes mentales, independientemente de que quede o no plasmado en un programa escrito. Esto significa anticipar, prever, organizar y decidir cursos de acción, plantearse de antemano (como decía al comienzo) por ejemplo, qué voy a hacer con este grupo,  cómo voy a presentar el contenido, de qué manera puedo despertar el interés de mis destinatarios, etc.
Cuando explicitamos por escrito nuestra propuesta global de enseñanza, resultado de nuestras reflexiones y decisiones, apuntamos al otro aspecto de la planificación, el producto escrito. Ahora bien, si de alguna manera anticipamos y mentalmente organizamos la enseñanza, para qué tiene que escribirse. Muchas son las razones por las que se considera importante registrar por escrito lo planeado ya que: organiza el  pensamiento de modo  coherente  y consistente; permite su comunicación, su análisis y modificación; posibilita la confrontación y contrastación con otras producciones, propias o ajenas, anteriores y actuales; facilita la reflexión para la toma de decisiones sobre la tarea a desarrollar; permite el  acceso  inmediato  y   constante a un instrumento organizador de sus prácticas; concreta las intenciones; ayuda a garantizar que se enseñe lo que se quiere enseñar; promueve la búsqueda de coherencia entre los diversos componentes  didácticos, su  selección, gradualidad, complejización y articulación.
En definitiva, la planificación representa la explicitación de la propuesta de enseñanza del docente, de la tarea que quiere desarrollar; es la anticipación y previsión de sucesos y resultados; es el organizador y orientador de las prácticas pedagógicas (de enseñanza y aprendizaje) en un tiempo y espacio determinados; se manifiesta a través de un diseño que es lo que comúnmente llamamos planificación.


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